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Mostrando entradas de marzo, 2016

Cuando lleguen de nuevo las estaciones

      CUANDO LLEGUEN DE NUEVO LAS ESTACIONES Llámame en Invierno, mientras la crecida de los ríos me de alas para ocultarme, cuando duerma igual que un niño en las noches frías sin recuerdos. Y en Otoño, llámame, cuando las hojas del abedul ofrezcan sus mejores galas, para pintar sobre tu dulce cuerpo los rojos trazos de mi sangre. Llámame en Primavera, junto a las frescas fuentes, entre ribazos y hojas verdes, cuando los pájaros alegres del viento bailen felices su vals del amor. Y en Verano, llámame, durante el caluroso y árido estío, cuando los ríos agotados ya de su largo y penoso viaje mueran vencidos en el ancho mar. Llámame, te lo ruego; llámame, aunque ya no esté, pero nunca te olvides de mí, y visítame siempre a tiempo cuando lleguen de nuevo las estaciones.                        Blog: "Regálate, regálale u...

Yo me llevé a la boca

                                                                          Yo me llevé a la boca                                    La roja fresa de tus labios.                                    Intenté a duras penas fluir dentro de ellos,         ...

Intangible enemorada

      INTANGIBLE ENAMORADA De nada sirve el amor si no nos aman: los ojos puestos sobre unos labios, el pequeño temblor de dedos sobre la blanca espalda.   De nada sirve el amor si aún no existes, y dormida en mi paraíso astral yaces con tu vestido rosa y tus tacones de aguja. Sé que soy tan sólo un esclavo fiel en la distancia y como en esos mágicos filmes de enamorados mis manos desprendidas tu cuerpo virtual recorren. De nada sirve el amor si tú no existes, si eres tan sólo el producto de mi mente alucinada.   Tú, espejismo, inexistente carne, acaso en algún lugar sin nombre separada de mí por ignotos sortilegios vives en la forma del barro no amasado: intangible, inaprensible en el curso inviolable del tiempo y el espacio.         (J.L. Pacheco)         Blog: "Regálate, regálale un Poema"  

Adoro tu cuerpo

                                                                ADORO TU CUERPO Adoro tu cuerpo, pues no sé lo que tu cuerpo es, sino apenas lo que para mí significa: puro deseo de poseerlo, recorrerlo delicadamente con mis manos para luego dejarlo estar junto a mi pecho; imaginarlo voluptuosamente ondeando al viento como una arrebatada bandera echa de carne, una carne cuya esencia nunca podré conocer. Ese oscuro desorden que vulnera mis sentidos y   la naturaleza condujo a mi encuentro, tal vez para mostrarme sin más la esquiva y caprichosa obra del destino que teje enigmáticos sus hilos sin que sepamos por qué. Y así al despertarme ...

Río

                                                                        Llamaré a ese río por tu nombre                                    Río de crecidas frente al alba                                    En que abrazo a duras penas tus recuerdos         ...

Mándame

                                                                                                                              MÁNDAME                                          ...