LOS
AMANTES
Como la flor destila su aroma primordial antes de la muerte;
Como el pájaro trina agotado en la madeja del dolor impuesto;
Como el viento golpea tras los cristales de las férreas ventanas
Sin que nadie les oiga ni les vea.
Como ellos, como tú, transpiro el peso de los días con sus noches, y a menudo siento
Vaciarse la sangre dentro de mis cansadas aurículas.
Una negra cortina de espuma palpita en mis ojos, llenos de sueños
Y el tiempo impertérrito, desgasta una y otra vez mi frágil coraza de alada carne.
Soy el que soy:
Apenas un continuo flujo de eléctricos rumores, relámpagos neuronales
Que ponen música a mi triste canción.
Cuando la mañana coquetea y penetra en el jardín revuelto de mi cama,
Imagino los labios inviolados de amantes febriles al atardecer.
Y al anochecer, en una alfombra mojada por la savia del amor,
Los amantes, intercambian de nuevo sus abrazos sin saber porqué.
Y miran profundamente al cielo y se preguntan qué hacen allí: juntos y solos.
Y nadie les responde.
Blog: "Regálate, regálale un Poema" (J.L. Pacheco)
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