Lloro
por ti;
Es
la medida de mi alma;La medida de mis cosas.
Secretos que guardo en mi corazón
Igual que rompeolas de la mar océano:
Angustia, ese es mi legado.
Tomo
mi cayado y me voy al monte;
Clamo
a la naturaleza que me vio nacer:Sobre profundos valles,
Ríos caudalosos,
Inmensas atalayas, tan altas
Como el propio cielo.
Lloro por ti;
Porque
ya no puedes hablarme,
Aunque
me hables;Tu piel es suave como alas de mariposa,
Etérea, ingrávida, sutil
En el tránsito infinito del tiempo.
Rayos
de luz desde la bóveda celestial:
Brillas,
me espanta tu clara luz;Y yo, tímido y terrestre,
Hombre abrumado por lo ignoto,
Escucho tu voz en la distancia, tan cerca,
En silencio hablándome.
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